Las escenas de palestra eran muy populares en la cerámica griega a partir del siglo VI a.n.e. El deporte formaba parte de la educación de los jóvenes griegos que desde muy temprano se ejercitaban en diversas disciplinas como la carrera, el salto, la lucha, el lanzamiento del disco y la jabalina y mostraban su excelencia en las constantes competencias y en la guerra. En el anverso de esta ánfora de cuello dos boxeadores desnudos, al parecer pesos pesados, luchan en presencia de un entrenador atento al desarrollo de la contienda y de otro atleta que quizás espera su turno. Un joven que se entrena con halteras o pesas en el centro de la composición y un lanzador de disco que mira hacia atrás interesado en el ejercicio, en presencia de su entrenador, completan la secuencia deportiva en el reverso de este vaso. Ambas escenas están enmarcadas por elementos subsidiarios: vegetales de flores de loto y palmetas en el cuello, la base y la zona lateral debajo de las asas.